La investigación realizada por la Red de Transporte de Electricidad (RTE) bajo el título Futuros energéticos 2050 recoge seis escenarios dentro del objetivo de garantizar la seguridad del suministro eléctrico en el país para entonces, de una manera amigable con la naturaleza.
Según el estudio encargado en 2019 por el ejecutivo, la neutralidad en carbono en el sector será imposible sin un desarrollo significativo de las energías renovables, por lo que menciona entre las prioridades el impulso a los grandes parques solares y eólicos en la tierra y el mar, así como las inversiones en centrales a hidrógeno.
Respecto a la energía nuclear para generar electricidad, considera que será difícil no seguir contando con ella, a menos que se destinen recursos demasiado costosos para alcanzar la salida de la misma de cara al 2050.
Por tanto, la RTE califica de difícil no construir nuevos reactores nucleares en Francia, ‘porque prescindir de ellos implicaría tasas de desarrollo de las energías renovables más rápidas que las de los países europeos más dinámicos’. En ese sentido, propone levantar 14 reactores y sacar del servicio a centrales nucleares viejas, para con inversiones de hasta 25 mil millones de euros anuales convertir a las fuentes renovables en dominantes en la matriz energética.
Se prevé que el estudio ayude al gobierno a encontrar el camino hacia una producción eléctrica descarbonada para 2050, lo que significa honrar los compromisos de protección ambiental y enfrentamiento al cambio climático.
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