El sondeo, citado por la revista Foreign Policy, entrevistó a unos cinco mil 400 militares y civiles entre julio y agosto de 2020, pero es ahora que los resultados vieron la luz para romper la imagen de invulnerabilidad que vendió Estados Unidos por años.
De acuerdo con la investigación, apenas el 14 por ciento de los encuestados afirmaron que su unidad estaría lista para desplegarse, luchar y obtener la victoria ‘en cualquier parte del mundo inmediatamente’.
Pero las cifras son mucho más llamativas cuando se desglosan por rangos, advirtió la publicación.
Menos del 20 por ciento de los suboficiales, tropas que han desplegado en Afganistán y otros campos de batalla durante las guerras posteriores al 11 de septiembre de 2001, dijeron que confiaban en que su unidad podría lograr el triunfo ‘hoy mismo’.
Sin embargo, el portavoz del Ejército, teniente coronel Terence Kelley, consideró que los altos mandos de las fuerzas armadas siguen confiando en que el servicio está ‘preparado para luchar y ganar’ tanto ahora como el verano anterior.
El vocero intentó justificar los criterios que arrojó el estudio -parte del ‘Plan de Campaña Covid-19 del Ejército’- con el argumento de que se realizó a mediados de 2020, en plena pandemia.
En este momento –apuntó- se reanudaron los entrenamientos normales, proporcionaron vacunas a más del 93 por ciento de los miembros del servicio activo, y ‘los centros de entrenamiento de combate están a plena capacidad’.
No obstante, persiste la percepción entre los expertos militares que los resultados de la encuesta reflejan una preocupante tendencia a la baja en la preparación del Ejército, lo que asocian además a temas presupuestarios.
De manera que tal vez ‘el ejército estadounidense no esté tan preparado para una guerra con China o Rusia como parece’, apuntó Foreign Policy.
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