Marca la evolución histórica de la indumentaria y de los testimonios del patrimonio etnológico. Se hizo relevante a partir de la idea de Trinidad von Scholtz Hermensdorff, una mecenas y coleccionista española que en ese año celebró en Madrid la Exposición del Traje Regional e Histórico.
Sin embargo, la creación de un museo único destinado a estos menesteres se mantuvo dispersa en otras instalaciones hasta que en 2002 vio la luz con un local adscrito a Bellas Artes.
Helena López de Hierro, directora del Museo del Traje, declaró a propósito de las labores de remozamiento con una inversión de cerca de millón y medio de euros que se trata de potenciar temas de gran interés social.
‘Cómo vestimos dice quiénes somos’, comentó López, quien añadió a la prensa que se renovaron las 54 vitrinas que acogen cerca de mil piezas, 500 de ellas inéditas hasta la fecha’.
De acuerdo con una nota del Ministerio de Cultura y Deporte, que supervisa el Museo del Traje, se ha repensado el discurso expositivo con un recorrido en el que podrán verse más mil piezas (solo uno por ciento de la colección que alberga el museo), de las cuales más de la mitad se exhiben ahora por primera vez.
La nueva muestra incluye piezas del fondo textil, pero también bienes etnológicos y
documentales que ayudan a contextualizar las distintas épocas y a entender que las modas trascienden al ámbito de la indumentaria.
Según la fuente, a través de escenografías, que muestran el arraigo de las modas en los
objetos cotidianos, se propone un recorrido cronológico desde los siglos XVII y XVIII hasta nuestros días, explicando cómo las distintas corrientes se adaptan y perduran a lo largo de las centurias.
Una de las piezas en exposición más antiguas es un guante de encaje del siglo XVII, así como el ‘Tratado de Sastrería’ de Juan de Albayzeta de 1720.
El edificio experimenta en la actualidad mejoras en la fachada, las cubiertas y las azoteas.
En la colección de trajes regionales se pueden ver desde populares, como el de Pozoantiguo (Zamora), hasta indumentaria asociada al calendario festivo, como el Diablo de Artà (Mallorca).
Otra de las secciones monográficas pone el foco en la figura de Mariano Fortuny, creador del conocido traje Delphos.
Entre las piezas contemporáneas expuestas destacan los vestidos de Cristóbal Balenciaga, que ejerció una enorme influencia en la moda española y luego internacional.
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