De acuerdo con nota de prensa, resultaron desmentidas matrices informativas que hacían referencia a la supuesta intención del enviado especial venezolano de colaborar con la justicia estadounidense.
Tras 491 días de detención ilegal en Cabo Verde, Saab fue extraditado el 16 de octubre a Estados Unidos, donde un tribunal de la ciudad de Miami lo imputó por siete cargos de lavado de dinero y otro por conspiración para cometer esas acciones, todos desarticulados por la defensa con sólidos argumentos, indicó la fuente.
La próxima audiencia está prevista para el 1 de noviembre, cuando el diplomático comparecerá ante el juez John O’Sullivan, quien en la primera comparecencia rechazó el pedido de libertad bajo fianza.
Venezuela acreditó a Alex Saab en 2018 como enviado especial, cuyas funciones consistían en facilitar la obtención de suministros médicos, alimentos y otros bienes esenciales, frente a los obstáculos impuestos por el bloqueo de Estados Unidos.
A mediados de 2020, el funcionario fue detenido en Cabo Verde a solicitud de Washington durante una escala técnica de la aeronave que lo transportaba, en desconocimiento de la inviolabilidad de la inmunidad correspondiente a su investidura de diplomático.
De acuerdo con denuncias del Ejecutivo bolivariano, la detención respondió a la campaña de asedio orquestada por la anterior administración estadounidense contra Venezuela para infligir más sufrimiento al pueblo y desestabilizar sus instituciones y orden interno.
En la declaración de principios leída por su esposa Camila Fabri durante un acto de solidaridad celebrado en Caracas, Saab afirmó que enfrentará su juicio con dignidad, además de responsabilizar a las autoridades estadounidenses por su integridad física.
Aseveró que no ha cometido ningún delito y descartó cualquier intención de colaborar con sus captores a cambio de beneficios procesales; ‘no mentiré para favorecer a Estados Unidos’, aseveró el funcionario.
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