Rodríguez, de 95 años de edad, desde su residencia en esta ciudad al centro de Cuba, dijo a Prensa Latina que cuando se confirmó que la avioneta donde viajaba Camilo había desaparecido en el mar, sintió la pérdida de más que un jefe la de un hermano, el hombre más sencillo, valiente y ocurrente que ha conocido.
‘No por gusto el Che Guevara lo calificó como El Señor de la Vanguardia’, expresó Pánfilo con emoción en su rostro arrugado.
Oriundo de la provincia de Camagüey, Rodríguez terminó la guerra como soldado, pero su constante superación le permitió cumplir, tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, misiones internacionalistas como comunicador en Angola y Nicaragua y laborar en la embajada de Cuba en Moscú.
‘Camilo tenía imán para el pueblo. Durante la campaña de Las Villas, que culminó con la derrota de la dictadura de Fulgencio Batista, la gente le salía al paso y lo abrazaba como si fuera un familiar, y él sonreía, les devolvía el saludo y cargaba a cuanto niño se le acercaba’, revela este hombre que culminó su periodo en las Fuerzas Armadas de Cuba con el grado de teniente coronel.
Recordó que durante la toma del cuartel de Yaguajay, en la provincia de Sancti Spíritus, el comandante Ernesto Guevara fue hasta allá y le preguntó por qué se había tardado tanto en rendir el cuartel, y Camilo le respondió:
‘Yo podría tomar ese cuartel en menos de cuatro horas, pero no quiero que me maten 30 o cuarenta hombres, ni quiero hacer una carnicería entre los guardias que lo defienden’.
El combatiente Pánfilo Rodríguez instó a los jóvenes cubanos a seguir defendiendo esta Revolución contra quienes intentan desestabilizarla, y pidió que todos los días se interroguen con la frase que Fidel Castro le preguntó al héroe cubano:
‘¿Voy bien Camilo?’
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