En Londres, una variopinta marea humana formada por estudiantes, trabajadores, pacifistas, militantes de partidos políticos y ecologistas caminó desde el Banco de Inglaterra, en el distrito financiero, hasta la céntrica Plaza Trafalgar.
A la cabeza de la manifestación una gran tela advertía: “¡La era financiar los combustibles fósiles ya termino! ¡Justicia climática ahora!”
Una joven que portaba una pancarta donde abogaba por «un cambio de sistema, no un cambio climático”, y que prefirió mantener el anonimato, dijo a Prensa Latina que ya es hora de que los líderes del mundo escuchen nuestras demandas.
También hubo manifestaciones en Birmingham, Sheffield y decenas de urbes británicas más, aunque el epicentro fue Glasgow, donde la jornada mundial de acción de este sábado coincidió con la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebra en esa ciudad escocesa desde el domingo pasado.
La marcha de Glasgow, que tuvo entre sus protagonistas a decenas de representantes de poblaciones indígenas, tuvo como antecedente la protesta realizada la víspera por el movimiento Viernes para el Futuro, y en la que la joven activista sueca Greta Thunberg aseguró que la COP26 es un fracaso.
De hecho, en muchos de los carteles exhibidos este sábado en la urbe escocesa se leía “No más blablablá”, en alusión al llamado hecho por Thunberg a los líderes mundiales.
La COP26, prevista para finalizar el 12 de noviembre tras dos semanas de negociaciones, es vista como una de las últimas oportunidades que tienen los gobiernos para implementar medidas dirigidas a limitar a 1,5 grados Celsius la temperatura del planeta, y reducir a cero las emisiones de carbono, tal y como se acordó en París en 2015.
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