La protesta implicó el paro de numerosas unidades, cuyos conductores esperan respuesta del gobierno sobre el descontento generado por el congelamiento del diésel y la gasolina a valores muy elevados.
Al menos en cuatro puntos de la ciudad los buses permanecieron sin salir a operar, lo cual derivó en la paralización de al menos el 50 por ciento.
Según datos periodísticos, los transportistas piden un estudio técnico que analice la posibilidad de un alza del pasaje, actualmente fijado en 30 centavos y una reunión con las autoridades de tránsito y municipales.
De su lado, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, adelantó que no autorizará el incremento en las tarifas.
Para mañana se espera un primer acercamiento entre las partes.
El paro, que podría tener carácter indefinido, fue organizado por la Federación de Transportistas Urbanos de la Provincia del Guayas (Fetug).
Hemos acordado que el 50 por ciento del parque automotor no circule diariamente, porque tenemos un 40 por ciento de baja de usuarios hasta que se vaya incrementando en diciembre con el reinicio de las clases presenciales, advirtió el presidente de la Fetug, Cristian Sarmiento.
Asimismo señaló que ahora la adquisición de insumos no está a su alcance, problema planteado ya a la dirección municipal.
El presidente de la república, Guillermo Lasso, congeló los precios de la gasolina ecopaís y extra, así como del diésel, después de estipular un aumento y fijar el galón de esos derivados del petróleo en 2.55 dólares y 1.90, respectivamente.
Numerosos sectores sociales y gremios de trabajadores de esta nación andina, en desacuerdo con la medida vigente desde el pasado mes de octubre, han realizado marchas para exigir costos más justos.
rgh/scm