De acuerdo con un comunicado de esa entidad, la medida fue propuesta por los consultores del país, luego de conocerse que cerca del 17,5 por ciento de los menores padecen ese y otros trastornos, y muchos no tienen tratamiento.
Además, contempla la conformación de un expediente para registrar los resultados de cada prueba, dar seguimiento a las condiciones de los chicos e intervenir con prontitud ante el menor signo de perturbación.
China este curso escolar implementó medidas que buscan dar un vuelco radical al sistema educativo, precisamente ante el debate y distintas investigaciones sobre las consecuencias psicológicas de la sobrecarga académica en niños y adolescentes camino a la universidad.
Por ejemplo, una pesquisa del hospital Beijing Anding sondeó desde 2012 a 73 mil menores de entre seis y 16 años de edad, y detectó en ellos la prevalencia de ansiedad, hiperactividad con déficit de atención, trastorno de oposición desafiante y depresión.
Aparte, ese grupo enfrenta problemas psicológicos como falta de estabilidad emocional y adaptación para el aprendizaje.
En el caso de los universitarios, los trastornos más comunes son ansiedad, depresión y el obsesivo-compulsivo.
Los autores del trabajo alertaron sobre el bajo porcentaje de jóvenes tratados por esas perturbaciones, insistieron en la atención temprana y crear conciencia al respecto, sobre todo en las familias.
Otros estudios revelaron que casi la mitad de la población infanto-juvenil no tiene espacio para jugar ni hacer relaciones interpersonales por el exceso de las tareas -especialmente de matemáticas-, y las clases privadas adicionales.
Coincidieron en las afectaciones al horario de sueño y la frustración en gran parte de los chicos, así como en las crecientes presiones que enfrentan padres e hijos debido a la competencia en la sociedad por los mejores puestos.
Además, asocian los problemas mentales con la adicción a la internet, un incremento de la obesidad y la miopía en las nuevas generaciones.
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