Todo ello con apego a los principios de transparencia, independencia e imparcialidad y el respeto al Derecho Internacional, dijo en un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
El embajador cubano resaltó también la necesidad de contar con una institución judicial internacional que conduzca la lucha contra la impunidad de los crímenes más graves perpetrados contra la humanidad.
Sin embargo, observó, a partir de lo regulado en ciertos artículos del Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional está lejos de ser independiente, teniendo en cuenta las amplias facultades otorgadas al Consejo de Seguridad de la ONU en relación con el trabajo de esa instancia judicial.
La prerrogativa del Consejo de remitir situaciones a la Corte confirma la negativa tendencia a la cual Cuba se ha referido en varias oportunidades, enfatizó.
En ese proceso se viola constantemente el derecho internacional, evidenciándose una política selectiva hacia naciones en desarrollo, en nombre de una supuesta “lucha contra la impunidad”, subrayó el diplomático caribeño.
Por ello, mi país reitera su posición a favor del establecimiento de una jurisdicción penal internacional imparcial, no selectiva, eficaz, justa, complementaria de los sistemas nacionales de justicia, verdaderamente independiente y exenta de subordinaciones a intereses políticos.
Asimismo, Romero expresó seria preocupación por el precedente que crean las decisiones de la Corte Penal Internacional de iniciar procesos judiciales contra nacionales de Estados no Partes en el Estatuto de Roma, que ni siquiera aceptan su competencia, de conformidad con el artículo 12 del mismo.
Si bien Cuba no es parte de la Corte, está dispuesta a continuar participando activamente en los procesos de negociación relacionados con esta institución, puntualizó el embajador y reiteró el firme compromiso de su país con la lucha contra la impunidad de los crímenes que afectan a la comunidad internacional.
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