Los probables choques siguen al anuncio el jueves de la composición de un nuevo Consejo Soberano de Transición (CST) encabezado por el general Abdel Fattah al Burhan, cara visible de la asonada castrense que a fines del mes pasado disolvió al anterior, destituyó al Gobierno y declaró el estado de emergencia.
La formación del nuevo cuerpo ejecutivo fue considerada por portavoces de la Unión Europea un obstáculo para el proceso de normalización de la vida política sudanesa, encaminado de inicio a la convocatoria de elecciones generales a principios del año 2023.
El general al Burhan también presidía el anterior CST y justificó su apoyo al levantamiento en la inoperancia del gabinete del primer ministro Abdallah Hamduk, detenido varias horas junto a sus titulares civiles tras las cuales fueron devueltos a sus residencias bajo estricta vigilancia.
Desde entonces el defenestrado jefe de gabinete demanda, junto a la Unión Africana, la ONU y la Liga Árabe, ser repuesto en su cargo junto a sus ministros.
En contraposición, el general al Burhan anunció la reactivación del CST con presencia mayoritaria de militares y con Mohammed Hamdan Dagalo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido, una milicia armada, como vicepresidente.
Las fuertes protestas que siguieron a la deposición manu militari del exprimer ministro Hamduk dejaron un balance de 14 muertos y unos 300 heridos, según estimados de la ONU carentes de confirmación oficial.
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