Organizaciones humanitarias internacionales reportaron que 300 mil refugiados en el campamento de Zamzan, de los ocho millones que generó la guerra civil entre el presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), general Abdel Fattah al Burhan, y su némesis, el jefe paramilitar Mohamed Hamdan Dagalo, sufren desnutrición.
Los niños son los más afectados por la crisis debido a la falta de alimentos y de atención médica adecuada, según testimonios de fuentes en el terreno las cuales estiman la tasa de mortalidad en la instalación casi 10 veces superior de lo esperado y dos veces y media sobre la norma de emergencia.
Voluntarios que tratan de paliar la situación admitieron que el siete por ciento de los niños padecen un estado severo de malnutrición los cuales morirán “en el plazo de semanas si no son atendidos con urgencia”.
El comisario de la ONU de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, y el de Refugiados, Filippo Grandi, pidieron a la comunidad internacional crear un fondo de apoyo de cuatro mil 100 millones de dólares para auxiliar de emergencia a los cerca de ocho millones de desplazados por el conflicto.
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