La decisión la adoptaron reos de los Centros de Privación de la Libertad de las provincias de Azuay y Cotopaxi.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), la acción sería una muestra de solidaridad con los internos de la Penitenciaría del Litoral, en Guayas.
«Se negaron a ingerir alimentos desde esta mañana, es decir sus dos comidas, desayuno y almuerzo», precisó el SNAI en su cuenta en Twitter.
En cuanto a la situación en la prisión donde ocurrieron los hechos violentos, más temprano la instancia, en un escueto comunicado, señaló que se coordinaron acciones con apoyo de unidades especiales de la Policía Nacional y activaron protocolos de seguridad en el Centro de Rehabilitación Social de Guayas.
Por otra parte, personal de criminalística inició las labores para la identificación de los fallecidos, mientras familiares de recluidos en el Litoral esperan un listado oficial de las bajas y heridos, lo cual, más de 15 horas después de los sucesos, no había llegado.
Los incidentes comenzaron la víspera en la noche, con una balacera dentro de la prisión y esta madrugada se reportaron las primeras muertes violentas.
Desde el interior del recinto varios reclusos enviaron mensajes a través de las redes sociales con pedidos de ayuda a las autoridades.
También circulan videos e imágenes que grafican el complejo escenario vivido, así como parte de los asesinatos.
Mientras, el gobierno nacional instaló un Comité Emergente, liderado por el presidente de la República, Guillermo Lasso, a cargo de aplicar medidas y hacer anuncios al país, que aún aguarda por explicaciones.
El disturbio ocurrió a menos de dos meses de la mayor masacre registrada en el sistema carcelario de esta nación andina, ocurrida el 28 de septiembre pasado también en la Penitenciaría del Litoral, la cual terminó con al menos 119 fallecidos y cerca de 80 heridos.
Ello acontece en medio de un estado de excepción en todas las prisiones, decretado para trabajar en la recuperación de la seguridad y el control dentro de los reclusorios, lo que no se logró hasta la fecha.
dfm/scm