La escasez del líquido en nuestros países es cada vez mayor debido a los limitados recursos renovables de agua subterránea, el crecimiento constante de la población y la falta de fondos para financiar la infraestructura, recalcó Gheit durante una reunión a nivel ministerial sobre el tema.
Esta situación, subrayó, unida a los efectos del cambio climático y el incremento de los periodos de sequías, así como su intensidad y duración, dificultan los planes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
El funcionario alabó las estrategias lanzadas por varios gobiernos de la zona, que incluyen la construcción de plantas desalinizadoras y de tratamiento de aguas residuales.
Al respecto, abogó por incrementar la investigación y la creatividad para expandir el uso de esas tecnologías para diversidad las fuentes de abasto.
Por su parte, el representante regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Ted Chaiban, llamó a proteger a los niños ante ese flagelo.
Todos somos responsables, es hora de actuar, afirmó Chaiban durante su intervención.
Según datos de la ONU, unas 41 millones de personas no tienen acceso seguro al líquido en esta región.
Aunque Oriente Medio y África del Norte sufre escasez de agua desde hace cientos de años, los niveles actuales no tienen precedente, alertó en agosto un informe de la Unicef.
El cambio climático, si bien no es la única causa, tiene un impacto significativo en la situación ya frágil, subrayó.
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