La pesquisa pretende indagar sobre la presunta responsabilidad de altos cargos del gobierno y los servicios de inteligencia rusos en el intento de envenenar con esa misma sustancia al exagente Serguei Skripal y su hija Yulia en esa misma ciudad del sur de Inglaterra cuatro meses antes del fallecimiento de Dawn Sturgess.
La mujer de 44 años murió en el hospital después que ella y su pareja, Charlie Rowley, entraron en contacto con el agente nervioso a través de un frasco de perfume falso hallado en la calle por el segundo, quien también resultó afectado, pero sobrevivió.
La Policía británica asegura que la botella fue utilizada por los agentes rusos para trataron de envenenar a Skripal usaron el frasco para introducir el Novichok en el Reino Unido.
Skripal fue arrestado en 2004 en Rusia por trabajar como doble agente para los servicios de inteligencia británicos, y seis años después llegó al Reino Unido en un intercambio de espías entre Londres y Moscú.
El 4 de marzo de 2018, él y su hija que había venido a visitarlo desde su país natal fueron encontrados inconscientes en un parque de Salisbury.
Hasta el momento, las autoridades británicas nombraron a tres miembros de los servicios de inteligencia rusos como sospechosos del frustrado intento de asesinato, pero Moscú exige que le presenten pruebas.
En agosto pasado, el embajador ruso en esta capital, Andrei Kelin, aseguró a la BBC que el gobierno de su país ha enviado 54 notas diplomáticas a la cancillería británica para solicitar información sobre el presunto envenenamiento de Skripal y su hija, pero no ha recibido respuesta.
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