La ocupación de fuerzas extranjeras de partes del territorio de un estado soberano y miembro de las Naciones Unidas es el principal factor destructivo que bloquea el camino ante el regreso de refugiados a sus hogares, aseguraron los dos órganos en una declaración final conjunta emitida al final de su reunión periódica en Damasco.
La nota denuncia que esta presencia militar ilegal conduce al saqueo de las riquezas naturales del país y alimenta los focos de tensión en la región.
Otra traba ante la vuelta de refugiados lo constituye la política de sanciones contra Siria que impide la reconstrucción del país y priva a los sirios, incluidos los refugiados, de volver a vivir con normalidad, aclaró el texto.
Asimismo, los dos órganos denunciaron las actitudes negativas de varios países occidentales y organizaciones internacionales que rechazan colaborar y ayudar en las labores de recuperación temprana y mejora de la infraestructura.
Otro principal problema lo constituye el constante apoyo al terrorismo por varios países occidentales que se empeñan en encubrir a los terroristas, deploraron.
A pesar de todos estos obstáculos, el regreso de desplazados es una prioridad nacional para el gobierno sirio que hace el máximo esfuerzo, con la ayuda de Rusia, con el objetivo de garantizar condiciones para un retorno seguro, cómodo y voluntario de refugiados, concluyeron.
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