De acuerdo con el reporte de la Oficina Nacional de Auditorias, en sendos ejercicios que se hicieron en 2007 y 2016 quedó demostrado que se necesitaban planes de contingencia más efectivos y coordinados para proteger a la población y lidiar con la interrupción del curso escolar y la ayuda a los trabajadores afectados por los confinamientos.
Hubo lecciones que no se pusieron en práctica y que pudieron haber ayudado a prepararnos para una pandemia como la Covid-19, concluyó la investigación conducida por el órgano parlamentario independiente.
El texto señala que la propagación masiva de la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 dejó al descubierto la vulnerabilidad de todo el sistema de servicios de emergencia británicos.
Consideró además que los preparativos para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, aunque por un lado fortalecieron la capacidad de algunos departamentos para responder a las crisis, también obligaron a desviar recursos destinados a otros planes de riesgo y contingencia.
Al comentar el reporte, la portavoz del grupo de Familiares Víctimas de la Covid-19, Lobby Akinnola, dijo que la investigación confirma algo que ya se sabía: que el gobierno no estaba preparado para la pandemia y que sus seres queridos quizás estuvieran vivos de haberlo hecho.
La oposición política también aprovechó la publicación del informe para arremeter contra las autoridades.
El diputado laborista Fleur Anderson, por ejemplo, acusó a los ministros conservadores de fallarle al público británico, mientras que el líder de los liberales demócratas, Ed Davey, dijo que el estudio ponía al descubierto el fracaso total del gobierno a la hora de prepararse para la pandemia.
Con más de 143 mil 500 muertes y 9,5 millones de casos positivos al coronavirus acumulados hasta el momento, el Reino Unido es uno de los países europeos más afectados por la Covid-19.
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