Por segunda ocasión este año, el Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), salió a las calles a exigir la renuncia del presidente Alejandro Giammattei y su gabinete con plantones en más de 20 puntos vehiculares el lunes 15 y martes 16 de noviembre.
Los miembros de la organización protestaron, además, por el alza de los precios de la electricidad y los cortes de energía, el combustible, la canasta básica y el gas propano.
«Nos resistimos a vivir de rodillas ante un gobierno criminal» y «Estamos en las calles, apostando por un estado Plurinacional. No más saqueo de nuestros territorios», fueron algunos de los mensajes de estas jornadas, con gran respaldo desde las redes sociales con las etiquetas #ParoPlurinacional, #CODECA y #RenunciaGiammattei.
También Codeca mostró su solidaridad con las comunidades q’eqchi’s que en El Estor, Izabal, se resisten al extractivismo de la Compañía Guatemalteca de Níquel y sufren desde finales del pasado mes un Estado de Sitio impuesto por el Gobierno para acallar la manifestación e imponer, supuestamente, el orden ese históricamente convulso territorio.
Si bien en el interior del país, las movilizaciones transcurrieron sin grandes enfrentamientos con la policía -que se activó para tratar de disuadirlos-, en esta capital sí hubo violencia de los antimotines , quienes obligaron por la fuerza a desalojar dos plantones para dar paso a la gran carga vehicular que se acumuló por varias horas.
Este nuevo ciclo de protestas da continuidad a las de julio último y tienen como común denominador socializar el llamado de Codeca a una Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional como alternativa para el buen vivir de todos los guatemaltecos.
Otro tema de mucha atención y que cerró la semana noticiosa aquí, fue la aprobación del Presupuesto 2022 por el Congreso, muy cuestionado por bancadas opositoras porque, dijeron, no responde a las necesidades históricas de la población en cuanto a educación, salud y desarrollo social, y apunta a responder a intereses políticos de un año preelectoral.
La alianza oficialista logró pasar el plan de gastos con aplastante mayoría de votos en tres sesiones polémicas y de fuertes enfrentamientos verbales entre el partido gobernante Vamos y los tradicionalmente opuestos como Winaq, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, Semilla y Unidad Nacional de la Esperanza (una facción de este).
Entre los argumentos destacaron que otra vez se da luz verde a un Presupuesto basado en el incremento de la deuda, con gran carga destinada al funcionamiento interno de ministerios y del propio Congreso, además de reducciones importantes en programas de atención a mujeres víctimas de violencia sexual y embarazadas, así como en educación y desarrollo social.
También el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales de Guatemala lamentó en un comunicado que, la Comisión de Finanzas desatendiera la mayoría de las 34 recomendaciones presentadas para eliminar las anomalías presentes en el texto.
Entre ellas, la necesidad de contar con un presupuesto enfocado en mayor bienestar social y crecimiento económico, transparencia, inversión pública en niñez y adolescencia, así como el cierre de espacios para el despilfarro y la corrupción, indicaron.
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