Medios locales difundieron que el artefacto explotó mientras los niños jugaban en una casa deshabitada, lo que causó su muerte inmediata en tanto otros dos infantes resultados heridos y fueron ingresados en el hospital de la referida localidad.
Los radicales colocaron bombas y minas en las calles, casas y tierras agrícolas en un intento de frenar el avance del Ejército sirio, y la explosión de esos artefactos causa decenas de víctimas mortales entre los civiles desplazados que retornan a sus hogares.
De acuerdo a organizaciones no gubernamentales, al menos 19 civiles, entre ellos ocho niños y tres mujeres, murieron en el país desde principios de noviembre por la explosión de artefactos abandonados por radicales en las carreteras, los edificios y las tierras agrícolas.
Según un informe del Observatorio de Minas, Siria registró el mayor número de víctimas anuales en 2020 con dos mil 729 muertos y heridos por culpa de minas terrestres y restos de artefactos explosivos.
Los militares sirios, con el apoyo de Rusia y otras naciones amigas, ejecutan labores de rastreo y desminado en las zonas liberadas con el fin de asegurar el retorno a la normalidad.
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