Esas son las razones para regresar al cargo y son prioridades del gobierno sudanés, explicó Hamdok –quien estuvo desde el 25 de octubre hasta la víspera en prisión domiciliaria-, de acuerdo con declaraciones citadas este lunes por la agencia Sana.
Un pacto firmado la víspera entre Hamdok y el general golpista Abdel Fattah al Burhan, en el que se restituía al primero en su puesto, fue celebrado en el exterior, incluidas entidades regionales y la Organización de Naciones Unidas (ONU), y rechazado mayoritariamente por la oposición.
El primer ministro explicó que entre los derroteros de su ejecutivo se encuentran la transición democrática y la celebración de elecciones, las que deberán producirse antes de cumplirse dos años.
Al referirse al plan de presupuesto para 2022, el gobernante aseguró que continuará el proceso de reforma económica al servicio del desarrollo del país, incluida la inversión como parte de buenas relaciones con socios internacionales.
En un pacto de 14 puntos, que fue divulgado a cuenta gotas durante este domingo, al Burhan (que seguirá al frente del Consejo Soberano para la transición) y Hamdok acordaron la liberación de los presos desde el golpe de Estado, prometieron investigar las muertes de civiles y llevar los responsables ante la justicia.
Como parte de los apoyos desde el exterior, se informó que el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abu Algheite, llamó por teléfono a al Burhan para felicitarle por el acuerdo político de este domingo.
Algheite deseó que la aplicación del documento contribuya a la transición democrática en Jartum y se hagan realidad las aspiraciones del pueblo sudanés.
A la vez patentizó el apoyo de la Liga para la consolidación de la paz y la estabilidad del país. En tanto, las opositoras Fuerzas de la Libertad y el Cambio aseguraron que continuarán las masivas protestas iniciadas a finales de octubre, tras la asonada militar que fue rechazada por la comunidad internacional, la cual exigió el restablecimiento del gobierno cívico-militar.
Hamdok, un economista de 65 años de edad, encabezaba el gobierno de transición desde abril de 2019, cuando las protestas populares desencadenaron la salida del presidente Omar al Bashir.
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