Un comunicado de la cancillería denunció la intencionalidad política hostil en contra del Gobierno y el pueblo venezolanos, a través de una intromisión en los asuntos internos de un país soberano.
Asimismo, Caracas hizo un llamado a Reino Unido a dejar de lado el irrespeto, la injerencia y las prácticas coloniales como parte de su política exterior, y exigió una rectificación del referido pronunciamiento, según el cual las condiciones para unas elecciones libres y justas en la nación bolivariana cayeron “muy por debajo de los estándares requeridos”.
“La participación de todos los sectores políticos del país (…) y el acompañamiento de más de 300 veedores internacionales y misiones de acompañamiento electoral, certifican la existencia en Venezuela de una vibrante democracia y la robustez de uno de los sistemas electorales más auditados del mundo”, subrayó el texto.
Asimismo, el Gobierno venezolano ratificó el compromiso de fortalecer la vitalidad de la democracia participativa y protagónica, al tiempo que reiteró a Reino Unido la solicitud de devolución inmediata del oro secuestrado en las bóvedas de bancos británicos.
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