El sitio es una fuente amplia de enseñanza y formación de valores con la figura del estadista presente, reconoció el también historiador en declaraciones al programa televisivo Mesa Redonda.
Con esa premisa, el Centro constituye una respuesta sólida a los intentos por destruir la Revolución con el homenaje a la continua e intensa vida, obra y ejemplo de Fidel Castro.
Desde su concepción, el grupo de especialistas a cargo lo definieron como una institución pública destinada en particular a niños y jóvenes, señaló por su parte el jefe de la Dirección de Preservación del Patrimonio Documental del Palacio de la Revolución, Alberto Alvariño.
“Es más que un centro docente, investigativo o museo”, añadió.
El 27 de diciembre de 2016, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó la Ley 23 Sobre el uso del nombre y la figura de Fidel Castro y refrendó el carácter excepcional de la creación de la institución.
En febrero de 2018, en reunión presidida por el general de Ejército Raúl Castro Ruz, quedó constituido un grupo de trabajo encargado de elaborar las propuestas para el Centro, emplazado en una antigua casa de la barriada de El Vedado, en la capital cubana.
Las labores contaron en sus inicios con el apoyo del historiador de la capital, Eusebio Leal, de acuerdo con Perla Rosales, directora adjunta de la Oficina del Historiador.
Leal, fallecido en 2020, insistió en no temer a la forma de la obra, sino en el contenido, recordó.
“Tenía que ser algo grande, la obra más difícil que hemos hecho, para recordar al líder revolucionario”, consideró la especialista.
La institución fue inaugurada la víspera con la presencia, entre otros, del general de Ejército Raúl Castro y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en el quinto aniversario de la desaparición física de Fidel Castro.
A la ceremonia asistieron además el primer ministro cubano, Manuel Marrero; el presidente venezolano, Nicolás Maduro, su compañera Cilia Flores y el teólogo brasileño Frei Betto.
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