La nueva ley, que parte de propuestas del Bloque de izquierda y del partido animalista, fue aprobada con los votos a favor de estas dos fuerzas, los socialistas, los Verdes, Iniciativa Liberal y una diputada no inscrita, precisa este viernes la Radio de Lisboa.
La norma permite el acceso a los llamados «vientres de alquiler» a mujeres sin útero o con una lesión o situación clínica que les impida de forma absoluta y definitiva quedarse embarazadas, sin que implique ninguna prestación económica. En Portugal entró en vigor una ley de este tipo en agosto de 2017, pero fue vetada posteriormente por el Tribunal Constitucional al considerar que violaba principios y derechos, entre ellos el arrepentimiento de la gestante.
En julio de 2019 se volvió a aprobar un proyecto de ley de gestación subrogada pero no hubo consenso entre los diputados para incluir el plazo de arrepentimiento, por lo que el Constitucional lo vetó de nuevo.
Con la nueva legislatura, bajo una composición parlamentaria diferente, la cámara aprobó este viernes otra versión de la ley, que contempla que la gestante tiene un plazo de hasta 20 días desde el parto para arrepentirse y decidir no entregar al niño.
También se añadió que la gestante sea una mujer que preferentemente ya haya sido madre y que se exija el parecer del Colegio de Psicólogos antes de iniciar el tratamiento, además de uno del Colegio de Médicos, que ya estaba incluido en versiones anteriores.
Tras su aprobación en la cámara, la ley pasará a manos del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que puede promulgarla, vetarla o remitirla nuevamente al Tribunal Constitucional.
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