Al igual que el año anterior, en esta ocasión no habrá grandes eventos protocolares debido a la Covid-19; sin embargo, está presente el homenaje a figuras legendarias como Rufina Alfaro, venerada como la imagen del levantamiento contra los colonizadores, aunque históricamente su existencia no está documentada.
No obstante, un busto inmortaliza su figura en Los Santos y algunos textos la describen como una joven con vínculos con los soldados españoles, cuyo cuartel visitaba, lo cual permitió informar a los conspiradores que se reduciría la guarnición por la invasión que realizaron a tierras del actual Ecuador.
Esto facilitó tomar la localidad y retener a los pocos guardias sin derramamientos de sangre, pues la sorpresa fue el aliado de los patriotas, por lo que al enterarse el Libertador Simón Bolívar de este primer acto emancipador de Panamá llamó a Los Santos la «Ciudad Heroica».
El hecho desmoralizó a la Corona Española, pues seguidamente ocurrieron similares levantamientos en casi todos los puntos de la geografía istmeña: Parita, Las Tablas, Penonomé, Ocú, Natá de los Caballeros, San Francisco de Veraguas y Alanje en Chiriquí.
Es así como la nación centroamericana inició su proceso independentista tras 320 años de dominación, en el cual influyeron diversos factores como las inquietudes revolucionarias, los deseos nacionalistas, el abuso de autoridad y la gravedad de la situación económica.
También incidieron otros aspectos, entre ellos el surgimiento de líderes latinoamericanos como Simón Bolívar, la declaración de independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, refieren historiadores.
Pero la real motivación de los santeños surgió de la fragilidad del gobierno colonial, pues Juan de la Cruz Mourgeon y Achet encargó su jefatura al panameño José de Fábrega, quien formó parte de las ideas independentistas de su pueblo, reseñan documentos históricos.
Deseoso de ascender a virrey, De la Cruz Mourgeon y Achet aceptó la propuesta de la Corona Española y realizó un viaje a Ecuador el 22 octubre de 1821, con el propósito de recuperar el control de varias colonias sublevadas.
En su ausencia asumió Fábrega el mando del gobierno del Istmo, que en ese momento se desempeñaba como gobernador de Veraguas, actualmente una de las provincias centrales del país.
Cansados del sometimiento, un grupo de hombres liderados por Julián Chávez, José María de los Ríos, José Antonio Moreno, Salvador Castillo, José Antonio José Catalino Ruíz, Manuel José Hernández y Pedro Hernández, irrumpieron en el cuartel de la guarnición española al amanecer del 10 de noviembre y se apoderaron de sus instalaciones.
La causa culminó con la proclamación de la libertad en un acto solemne, celebrado el 28 de noviembre de 1821, durante un Cabildo Abierto convocado por el Ayuntamiento de Panamá.
El acta de Independencia fue redactada por Manuel José Hurtado y contó con unos 12 artículos, que luego de su firma fueron comunicados al pueblo en la hoy Plaza de la Independencia, en el Casco Antiguo de esta urbe.
A este hecho trascendental para el país se suman otros a lo largo de la historia como la separación de Colombia y la cruzada para recuperar la zona del Canal, con el objetivo de alcanzar la soberanía plena en todo el territorio nacional.
Sin embargo, estos no son los únicos desafíos que enfrentaron los panameños, quienes actualmente pretenden asumir la transformación total del país a través del Pacto del Bicentenario, convocado el pasado año por el presidente Laurentino Cortizo.
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