Tras el regreso del largo feriado de Acción de Gracias los retos son muchos, abundarán las negociaciones tras bambalinas, unos cederán y otros pulsarán para aprobar leyes en las que los expertos consideran cómo Biden se juega su agenda de gobierno.
El enorme paquete de gastos sociales y climáticos es, tal vez, el mayor desafío y no son pocos los que estiman que pudiera verse frenado por los senadores Joe Manchin (demócrata de Virginia Occidental) y la senadora Kyrsten Sinema (D-Arizona), centristas, a por liberales como Bernie Sanders (I-Vermont), empeñados en poner su marca en la normativa.
Según expertos, lo más probable es que las partes cedan posiciones para poder cumplir con las normas del proceso de reconciliación presupuestaria, que los demócratas utilizan para evitar un filibusterismo republicano empeñado en ver el fracaso de Biden.
Tanto Manchin como Sinema no parecen dispuestos a ceder y su voto es decisivo si se quiere avanzar el proyecto a la mesa de Biden.
Por su parte, Sanders quiere que el Senado fortalezca las disposiciones en áreas que incluyen el aumento de impuestos a los ricos, los medicamentos recetados, la expansión de Medicare y el clima.
En este ambiente está por verse como se las arregla el líder de la mayoría, Charles Schumer (d), con los conflictos internos en la tolda azul y los desafíos que impondrá el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Kentucky), un viejo lobo en estas negociaciones.
Según el diario The Hill, se espera que McConnell desempeñe un papel en la estrategia de los republicanos a la hora de forzar a los demócratas a realizar votaciones difíciles sobre las enmiendas al paquete de gastos.
Bajo el proceso de conciliación presupuestaria que los demócratas están utilizando para aprobar el proyecto de ley, los republicanos podrán someter a votación un número ilimitado de enmiendas durante un proceso conocido como vote-a-rama.
Los republicanos esperan conseguir que los demócratas de centro respalden algunas de sus enmiendas o, como mínimo, utilizar algunos de los votos de las enmiendas contra los demócratas en las elecciones de mitad de mandato de 2022.
Schumer tendrá que sortear hábilmente los deseos contrapuestos de progresistas y moderados en su bancada para avanzar este proyecto antes de fin de año.
Pero además, está obligado a buscar espacios a otros espinosos asuntos en el calendario legislativo como el proyecto de ley anual de política de defensa, la legislación para evitar un cierre del gobierno y la normativa para elevar el techo de la deuda, algunos tan imperiosos que deben ser abordados antes de mediados de diciembre.
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