Según anunció el propio presidente Rodrigo Duterte, el país vacunará de lunes a miércoles a tres millones de personas por día, casi cuatro veces el promedio alcanzado en noviembre.
Este es nuestro mayor impulso para acelerar la vacunación y alcanzar el objetivo de proteger (contra el mal) al 70 por ciento de la población del país, dijo el mandatario en el acto de lanzamiento oficial de la campaña.
Actualmente, cerca de la tercera parte de los 110 millones de filipinos completaron la pauta inmunizante.
La semana pasada, en un intento por reanimar la maltrecha economía nacional, el gobierno autorizó la entrada a partir del 1 de diciembre de viajeros procedentes de un crecido número de naciones y poseedores del llamado pasaporte de vacunas.
Pero la aparición de la variante Ómicron le hizo cambiar de planes y en las últimas horas anunció la suspensión temporal de los vuelos hacia y desde Sudáfrica y otras naciones africanas y europeas donde fueron confirmados contagiados con la amenazante variante.
Después de Indonesia, Filipinas es el país del sudeste asiático más castigado por la Covid-19: dos millones 832 mil 375 casos y 48 mil 501 muertes.
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