El evento, que comenzó el pasado domingo, reunió a una nutrida nómina del pentagrama musical cubano como el Septeto Santiaguero, Ivette Cepeda, Frank Fernández, Raúl Paz, Haila María Mompié, el dúo Buena Fe, el Dúo Iris, Adrian Berazaín y Karamba.
El conjunto Nengón-Kiribá, el Ballet Folklórico Babul, La Colmenita, Carpandilla, el Coro Masculino, la Tumba Francesa, el fotógrafo Gabriel Dávalos, Mauricio Figueiral, Haila María Mompié y la agrupación española Radio Revolución fueron otros de los asistentes.
La buena música nacional se unió a las manifestaciones artísticas para fusionar la cultura y exaltar las auténticas tradiciones de la urbe, destacada en el cultivo del codiciado grano y el «alimento de los dioses».
El certamen potenció también una ronda de negocios del polo exportador de café, cacao, coco y otros productos del territorio y permitió compartir experiencias sobre las buenas prácticas en la actividad del comercio exterior.
Encuentros de coctelerías, recitales ferias artesanales, presentaciones de libros, espectáculos de artes escénicas, exposiciones fotográficas, muestras audiovisuales y talleres de arte sesionaron durante cuatro jornadas en la apodada Villa del Guaso.
Asimismo, se habilitó un espacio sobre culinaria italiana y áreas dedicadas al rescate de tradiciones y ritmos asociados a la conocida década prodigiosa (correspondiente a los años 70 del pasado siglo), la guaracha, la trova y el órgano oriental.
La historia y sus mártires también recibieron el tributo de los participantes, quienes visitaron los poblados de Arroyo Hondo y Cecilia, y llegaron al Monumento de Arcid Duverger, quien fuera campesino y combatiente en tres guerras por la independencia de Cuba.
Creado por el vocalista Waldo Mendoza, el festival reconoció en su quinta edición al grupo Changüí Guantánamo, representante insigne del género y embajador por el mundo de ese ritmo cubano Patrimonio Cultural de la Nación.
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