Lavrov expresó en la ciudad sueca de Estocolmo, sede de la reunión, que la OSCE se convirtió en rehén de la disciplina de bloque en el marco de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y está atascada en temas mezquinos.
“No se avanza en la solución de la tarea clave que enfrenta nuestra organización: fortalecer la seguridad basada en la cooperación, no en el enfrentamiento”, dijo.
Subrayó que, no obstante, su objetivo principal de construir una comunidad de seguridad igualitaria, integral e indivisible se mantiene vigente.
Lavrov denunció que los países de Occidente se esfuerzan por reemplazar el derecho internacional por el llamado orden basado en reglas, que también establecen a partir de sus propias prioridades, según el sitio oficial de la Cancillería local.
“Cada vez más escuchamos voces que piden romper la regla del consenso, sin la cual nuestra organización perderá su singularidad y valor como plataforma para la interacción equitativa de todos los miembros”, expresó el funcionario ruso.
Aseguró que esos nuevos métodos no funcionarán si un grupo de países se pone por encima de otros y aplica medidas de presión y competencias desleales a los que no están de acuerdo. Puso de ejemplos la “diplomacia de las vacunas”, las campañas de noticias falsas y las sanciones ilegales.
El canciller ruso enfatizó que los supuestos valores liberales son utilizados para justificar la injerencia en los asuntos internos de estados soberanos.
“En términos más generales, se está reproduciendo un modelo en blanco y negro de confrontación bipolar sobre una nueva base política e ideológica”, señaló.
Según Lavrov, la caída del Muro de Berlín marcó el final de la Guerra Fría y del enfrentamiento entre los dos sistemas, sin embargo, apuntó, ahora quienes se autoproclamaron democracias civilizadas están levantando nuevos muros y consideran su tarea misionera contener a los que marcaron como regímenes autoritarios.
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