Reza un manido refrán que “donde hay desquite no hay agravio”, y justamente eso lograron los cafeteros para el deleite de sus seguidores en el estadio Edgar Rentería, de esta ciudad.
Tras el triunfo 10-4 en el grupo A, los especialistas consideraban a la tropa quisqueyana como la favorita en la discusión del título, un criterio que cobró más sentido luego de dejar en el camino en semifinales a Venezuela, vigente rey mundial, categoría sub 23 años.
Empero, el pitcheo de los locales se comportó a gran altura y la ofensiva produjo en los momentos claves para quedar en la historia como los primeros monarcas del deporte de las bolas y los strikes en este evento multidisciplinario.
El lanzallamas Luis Gabriel Moreno (4.0, 0C, 2H, 1K, 1BB), en rol de relevista, llevó el éxito a su biografía, mientras salió cabizbajo de la instalación Dianyer Florentino (2.0, 1C, 1H, 1K, 2BB).
Aunque solo dispararon tres indiscutibles, los monarcas ovacionaron el batazo clave del encuentro: jonrón con dos hombres en circulación del primera base Leandro Emiliani (3-1, 1CA, 3CI, 1HR).
En tanto, Cuba ocupó el escaño más bajo del podio de premiaciones, al disponer 9-1 de Venezuela, gracias a la sólida presentación del serpentinero zurdo Naykel Cruz y el ataque de ocho hits, incluido el bambinazo del jardinero Guillermo García (4-2, 2CI, 2CA, 1HR).
También lucieron su talento en el “home plate” el designado Juan Carlos López (4-2, 1CA), el antesalista Adrián Rivera (3-1, 2CI, 1CA) y el receptor Ariel Pestano (4-2, 1CI, 2CA, 1-2B).
Desde la lomita de los suspiros, Cruz volvió a exhibir aptitudes, con rectas por encima de las 90 millas y uso correcto de su repertorio, para dominar a los rivales durante cinco actos sin carreras, solo un hit, cuatro boletos y siete retirados por la vía de los strikes.
El revés quedó en el historial de Frank de Jesús López, quien soportó dos carreras en tres capítulos lanzados, con un pasaporte gratis y cinco ponches, después de 48 lanzamientos.
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