El diario Global Times precisó que los organizadores solo reconocerán los exámenes realizados 48 horas antes de cada competencia y además reducirán a más de la mitad la capacidad de visitantes a las sedes.
Por ejemplo, el estadio nacional admitirá seis mil de las 18 mil personas que puede recibir, pero intercalará los asientos e incluso podría limitar más la cifra si hay rebrotes de Covid-19 en el país.
Las entradas estarán disponibles a los residentes en China continental y no tendrán contacto alguno ni con atletas ni trabajadores del evento.
El gigante asiático desde mediados de enero próximo implementará un mecanismo de burbuja para las delegaciones, periodistas y personal de apoyo, que implica la circulación en transporte designado, pruebas a diario y uso de robots.
En los próximos días, el comité organizador dará a conocer los protocolos finales que regirán durante los juegos.
Por otro lado, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas adoptó la tregua olímpica, está por concluir aquí el período de preparación y quedó habilitada el área del aeropuerto que gestionará la llegada y salida de vuelos con los participantes en el certamen.
China asegura tener todo listo para acoger en febrero del año próximo las Olimpiadas y luego en marzo las Paralimpiadas de Invierno en Beijing, que trascenderá como la única urbe del planeta en albergar ambas variantes de la lid internacional tras ser anfitriona de la versión veraniega de 2008.
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