Las investigaciones anteriores se limitaron a analizar un único programa de administración de los fármacos contra la enfermedad, normalmente tres o cuatro semanas entre las inyecciones, señalaron los autores en el texto, revisado por pares en Norteamérica.
Puede que este no sea el programa óptimo a nivel individual para lograr una inmunidad sólida y duradera o en cuanto a la población para lograr una protección más rápida y general de la comunidad, advirtieron los implicados en el nuevo estudio.
La eficacia de la vacuna ChAdOx1 (AstraZeneca) mejoró con pausa de dosificación del biológico más larga, hasta aproximadamente tres meses, ejemplificaron en el documento.
«Encontramos niveles significativamente más altos de anticuerpos en los individuos con inoculaciones más separados entre sí, y esto fue consistente independientemente de la vacuna de ARNm que se aplicó», aclaró el doctor Brian Grunau.
Esta estrategia de intervalo permite un acceso temprano a las primeras dosis en la población y garantiza la mejor protección posible con la serie de dos pinchazos, añadió el miembro de universidad canadiense de Columbia Británica.
El estudio realizado comparó los resultados de los análisis de sangre de un total de 186 paramédicos, algunos de los cuales se inyectaron en el intervalo anterior recomendado de menos de cuatro semanas, y otros que recibieron sus segundas dosis después de seis a siete semanas.
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