Tal y como lo cuentan el gobierno y los medios de comunicación estadounidenses, la próxima serie de enormes protestas callejeras bastará para derrocar a un frágil gobierno cubano que apenas se mantiene en el poder, apuntó el sitio digital.
Esa es la historia que contaron durante años, remarcó Ted Snider, analista de patrones en la política exterior estadounidense.
El experto muestra aspectos de la actuación de la Casa Blanca contra La Habana “cuidadosamente planificada durante meses” para propiciar la caída de la Revolución y su fracaso pese al apoyo de las autoridades estadounidenses.
Lo que los medios de comunicación y el gobierno no quieren contar –subrayó- es que, una vez más, no ocurrió.
La falsa narrativa fracasó a pesar de los esfuerzos estadounidenses por intervenir y apoyarla, puntualizó Snider.
Citó al experto en Cuba William LeoGrande quien informó que la embajada estadounidense en La Habana «ha asumido un papel de liderazgo apoyando a los activistas disidentes, empujando los límites de lo que normalmente se permite bajo la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.»
Juan González, el director principal para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional dijo recientemente que la administración Biden está «totalmente comprometida a apoyar, respaldar y fortalecer la voz del pueblo cubano que quiere un cambio.»
Al respecto, LeoGrande sostuvo que «Estados Unidos y Cuba están en curso de colisión sobre el apoyo de los diplomáticos estadounidenses a los programas de «promoción de la democracia».
Subrayó Snider que en Cuba, Washington interviene “agresivamente en un intento de hacer realidad un complot deseado e imaginado”, algo que fracasó pero que no impide a los estadounidenses contar “su” historia acerca de lo que sucede en la isla.
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