El jefe del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, Gregory Meeks, acogió con beneplácito la decisión -que aún no tiene fecha para entrar en vigor- de retomar después de cinco años la emisión de visas de inmigrantes e instó al presidente Joe Biden a continuar comprometiéndose con el pueblo cubano.
En su cuenta de Twitter la representante demócrata Barbara Lee resaltó que este es un paso importante en la normalización de las relaciones entre ambos países y también llamó al jefe de la Casa Blanca a continuar esa línea para revertir décadas de políticas fallidas respecto a la isla.
Miles de cubanos ahora podrán reunirse con sus familias en Estados Unidos, destacó en sus redes sociales el también legislador demócrata Joaquín Castro, quien expresó su interés por trabajar junto al Departamento de Estado por un mayor compromiso con Cuba.
Igualmente, aplaudió la medida el jefe del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Bobby L. Rush, que se calificó a sí mismo como “defensor desde hace mucho tiempo de un mayor compromiso diplomático con Cuba”.
Por su parte, el Centro para la Democracia en las Américas (CDA) destacó que esta reapertura evitaría a los cubanos realizar el viaje al extranjero, de costo prohibitivo y a menudo inseguro, para acceder a los servicios consulares de Estados Unidos.
La organización recordó que el actual mandatario estadounidense se comprometió durante su campaña a revertir la política hostil hacia la mayor de las Antillas de su predecesor, Donald Trump, pero hasta ahora todo permanece sin cambios.
Esta semana, el encargado de negocios en la capital cubana, Timothy Zúñiga-Brown, explicó que en principio el consulado solo programará citas para visas de inmigrantes a aquellas personas que hayan presentado su documentación completa y quienes deseen iniciar sus trámites deberán dirigirse todavía a Georgetown, Guyana.
El país norteño cerró sus servicios consulares en La Habana, bajo el pretexto de supuestos incidentes de salud reportados aquí en 2017 por diplomáticos estadounidenses, para los que la ciencia no ha encontrado causa e informes del Departamento de Estado norteamericano revelaron mal manejo gubernamental sobre el tema.
Esa decisión tuvo impacto en la suspensión del programa de reunificación familiar y el otorgamiento de visas, pues los cubanos están obligados a ir a terceros países para sus trámites, lo cual aumenta los costos y sin certeza de una aprobación.
De acuerdo con autoridades cubanas, el cese de las vías legales y el reforzamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington estimulan la migración irregular desde la isla, al punto de poner en riesgo la vida.
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