En el contexto internacional signado por la Covid-19, el universo digital ganó mucho más espacio e influencia en la forma en que los políticos conciben su comunicación con la sociedad, por tanto, es de esperar que aquí ocurra igual, juzgó el diario Jornal de Angola en su edición online.
Bajo el título Las precampañas, los grandes debates y el papel traicionero de las redes sociales, el rotativo consideró, al mismo tiempo, los efectos negativos de la parcialidad en determinados enfoques por parte de medios tradicionales de comunicación, tanto públicos como privados.
Tales sesgos, expuso el artículo, empujan a los votantes a escoger a las redes sociales como fuente primaria de información, lo cual podría representar “un camino tortuoso y traicionero que no garantiza a nadie la formación de un juicio electoral honesto y responsable”.
En los comicios de 2022, Angola contará por primera vez con el voto de sus ciudadanos residentes en el exterior, mientras numerosos jóvenes se estrenarán en el sufragio, y ambos grupos revelaron ser los más propensos a conformar sus opiniones a partir de lo que conocen por las redes, indicó el texto.
Según la fuente, ya existen señales de disputa electoral por esa vía: algunos buscan desvalorizar la obra del Gobierno y explorar las peores realidades del país y otros, contrarrestan con supuestos casos de provocación, violencia gratuita y agresividad por parte de simpatizantes de la oposición.
Especialmente la opositora Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita) “lleva mucho tiempo definiendo las redes sociales como una estrategia alternativa, haciendo circular videos, comunicados, información acerca de su línea política y sobre la devaluación del adversario”, alegó el periódico.
En fecha reciente, el presidente del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), João Lourenço, pidió a sus militantes que se apropiaran de esas plataformas digitales para la lucha política y con rapidez comenzaron a publicarse comunicados y videos.
No obstante, sería un error remitir hacia allí el grueso de las discusiones, intercambios de opiniones y debates que traen las dos propuestas sobre la gobernabilidad del país, consideró el texto.
Sin embargo, resumió, tampoco puede subestimarse el universo digital para un proceso que contará con alrededor de 12 millones electores.
En la actualidad alrededor de 15 millones de angoleños tienen un teléfono celular, siete millones son consumidores efectivos de Internet y alrededor de 3 millones están activos en las redes sociales, recordó el medio de prensa.
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