Según el sondeo realizado por la firma Redfield & Wilton Strategies, el 38 por ciento de las personas encuestadas dijo que votaría por el laborismo si los comicios se celebraran en estos momentos, por un 34 por ciento que se decantó por la organización liderada por el primer ministro Boris Johnson.
Esa ventaja de cuatro puntos porcentuales es la mayor que alcanzan los laboristas desde las elecciones generales de 2019, cuando Johnson y sus partidarios se alzaron con el 43,6 por ciento de los votos, por un 32,2 por ciento sus archirrivales.
En este caso, la encuestadora atribuyó la inédita ventaja lograda por los laboristas a las molestias que provocó entre los electores los reportes de que los asesores y colaboradores del primer ministro celebraron una fiesta el año pasado, cuando el país estaba en pleno confinamiento.
Aunque Johnson negó tener conocimiento de la celebración, la filtración el martes pasado de un video en el que su entonces portavoz, Allegra Stratton, y otros miembros del equipo bromean sobre la presunta actividad festiva echó más leña al fuego.
La víspera en el Parlamento, el gobernante conservador se disculpó sin reservas por las imágenes transmitidas por la cadena ITV, y poco después la propia Stratton anunció su renuncia.
Pero a juzgar por los resultados del sondeo, el mal ya estaba hecho, pues el 69 por ciento de los entrevistados dijo que el caso debe ser investigado por la Policía.
Un 63 por ciento también opinó que Johnson, quien ya viene arrastrando otros escándalos de corrupción y tráfico de influencias que afectan a algunos legisladores de su partido, debe renunciar de comprobarse que la fiesta navideña prohibida tuvo lugar en la sede oficial del gobierno en el número 10 de Downing Street.
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