“Los aspectos únicos, separados y fragmentarios del gran expediente de visados, en el que es posible encontrar un entendimiento mutuo, no cambian el panorama general, muy negativo y cada vez más alarmante”, declaró.
Según el viceministro de Asuntos Exteriores, el Departamento de Estado engaña deliberadamente al público de Rusia y de Estados Unidos haciendo como que hubo ciertos avances serios.
En respuesta a una pregunta de la agencia de noticias TASS, advirtió que Moscú y Washington solo lograron cierto entendimiento sobre cuestiones secundarias relacionadas con la emisión de visas a diplomáticos, pero consideró que el tema en sí se encuentra en un callejón sin salida.
Consideró que tales dificultades, enfrentadas por los servicios consulares de ambos países, no se pueden resolver debido a la falta de voluntad de parte estadounidense para negociar. Explicó que el principal problema está vinculado a la “persistente” demanda de Washington de que un gran grupo de empleados de las misiones rusas deben salir de Estados Unidos en fechas arbitrarias, el 30 de enero y el 30 de junio.
Indicó que Moscú sugirió en varias ocasiones si no anular, al menos suspender el cumplimiento de estas demandas sobre una base recíproca, pero, aclaró, nada de eso está sucediendo
El pasado 18 de noviembre el embajador en Washington, Anatoli Antónov, dijo que los representantes de ambos países en las consultas de Viena discutieron todas las cuestiones relacionadas con el funcionamiento de sus misiones diplomáticas, incluido el tema de las visas y el problema de los bienes diplomáticos incautados.
Sin embargo, a finales de noviembre informó que 27 diplomáticos rusos y sus familias se verían obligados a salir de Estados Unidos el 30 de enero de 2022, y otra igual cantidad el 30 junio del año que viene.
El jefe de la legación diplomática en la nación norteamericana apuntó que el problema con las visas para su equipo de trabajo aun no se resolvió y Washington divide a sus familias de manera deliberada.
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