La decisión se produce en un contexto tenso en las relaciones bilaterales, tras acusaciones del país norafricano de injerencia de París en sus asuntos internos, crisis atenuada esta semana con la visita a Argel del canciller Jean-Yves Le Drian, quien fue recibido por el presidente Abdelmadjid Tebboune.
De acuerdo con Bachelot, solo la verdad puede conducir a la reconstrucción de vínculos y a la reconciliación.
A partir del momento en el que los hechos están sobre la mesa, podemos reconocerlos y analizarlos sin espacio para una falsificación que genera problemas y odio, subrayó.
La guerra de Argelia fue un sangriento conflicto que puso fin a 130 años de colonización francesa, bajo la cual se cometieron crímenes aún por esclarecer.
En 2018, el presidente Emmanuel Macron puso en práctica una política de reconciliación, que incluyó el reconocimiento de la responsabilidad del Estado francés en crímenes como los cometidos contra los militantes anticolonialistas Maurice Audin y Ali Boumendjel, en 1957, ambos torturados y asesinados.
A mediados de octubre, el mandatario rindió tributo cerca del río Sena a las víctimas de la masacre cometida el 17 de octubre de 1961 por la Policía en París contra manifestantes argelinos, la cual calificó de injustificable.
Macron ordenó en marzo de este año la desclasificación de documentos considerados secretos por más de 50 años sobre la guerra de independencia de Argelia.
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