En declaraciones a periodistas durante una visita este lunes a un centro de vacunación en el oeste de Londres, Johnson dijo que existía confirmación del fallecimiento de que al menos una de los más de tres mil 300 personas infestadas hasta ahora en el país con la nueva variante identificada por primera vez en Sudáfrica el mes pasado.
El gobernante llamó a descartar la idea de que Ómicron solo produce síntomas leves de la Covid-19 y a tener en cuenta su elevado nivel de propagación entre la población.
Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer todos es vacunarnos con la dosis de refuerzo, recalcó Johnson, quien anoche anunció que todos los adultos mayores de 18 años con la pauta completa de vacunación tendrá la posibilidad de recibir una tercera inyección antes de fin de año.
Para lograrlo, aseveró el primer ministro, se administrarán alrededor de un millón de vacunas diarias, una meta que algunos expertos creen difícil de lograr debido al enorme esfuerzo que implica para el Servicio de Salud Pública.
A raíz del surgimiento de la nueva variante, el Reino Unido cerró sus fronteras con una decena de país del cono sur africano, comenzó a exigir pruebas negativas de Covid-19 a todos los viajeros internacionales, acortó a tres meses el intervalo para recibir la dosis de repuesto, e impuso el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público, tiendas y demás espacios cerrados.
También restableció el teletrabajo como parte del llamado Plan B, que establece, además, previa aprobación del Parlamento, que para entrar a un club nocturno o a un evento masivo será necesario mostrar un pasaporte de vacunación o un resultado negativo a una prueba rápida de Covid-19.
Aunque aseguró este lunes que esas medidas y la vacuna de refuerzo serán suficientes para contener la propagación de Ómicron, Johnson no descartó este lunes la imposición de más restricciones antes de Navidad.
Durante toda la pandemia siempre le he dicho que tomaremos las medidas necesarias para proteger al servicio de salud, señaló.
La víspera, las autoridades médicas del Reino Unido elevaron el nivel de alerta por la Covid-19 a cuatro, el penúltimo en una escala de cinco, y que significa que existe un alto nivel de propagación del virus, con amenaza de que se sature el sistema de salud.
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