El texto recorre los caminos e improntas de una mujer imprescindible cuando se habla del desarrollo y la historia de la música y la danza en esa nación suramericana, donde desempeñó también una importante labor comunitaria.
No son pocos los homenajes realizados por la institución cubana para resaltar el quehacer de Vásquez, reconocida como musicóloga etnográfica por su enfoque en el estudio del conocimiento científico de la historia oral.
En marzo de 2020, la Casa dedicó un conversatorio y proyectó un documental para exaltar su labor investigativa, a propósito del XI Coloquio Internacional de Musicología.
Allí se dialógó sobre la Chalena académica de la música y sus otras facetas pues, se movió con destreza en otros terrenos como el de vocalista, directora coral, pianista, poeta y productora, desde donde defendió la cultura de los países latinoamericanos.
Entre su obra discográfica destacan Cantares del Duende, Canción Clandestina, Tonadas y Al Pie de la Soledad; en tanto su labor literaria comprende Sobre los procesos de producción artística (1987); ¡Chayrarq! Carnaval ayacuchano (1988) y Ranulfo, el hombre (en coautoría con Abilio Vergara, 1989).
Fallecida en 2016, Vásquez recibió en Cuba el Premio de musicología de Casa de las Américas, entregado en 1982 por su obra «La práctica musical de la población negra en el Perú. Danza de Negritos de El Carmen”.
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