De acuerdo con analistas, la pérdida este jueves del curul parlamentario de North Shropshire, o siquiera una victoria por un margen muy estrecho, del candidato conservador podría desembocar en una moción de desconfianza contra Johnson de parte de sus propios correligionarios.
Los comicios, cuyos resultados no se conocerán hasta bien entrada la noche, fueron convocados en ese distrito electoral del norte de Inglaterra luego de la renuncia de Owen Paterson, un diputado del partido gobernante acusado de usar su asiento en el Parlamento para cabildear a favor de compañías que le pagaban por sus servicios.
El caso Paterson salpicó directamente a Johnson porque intentó en un inicio evitar la investigación, pero la respuesta airada del resto de los legisladores lo obligó a cambiar de idea.
Otros destapes posteriores sobre diputados que cobran salarios adicionales a su labor legislativa, en algunos casos sin declararlo a las autoridades parlamentarias correspondientes, y las revelaciones de que el personal de Downing Street celebró fiestas navideñas en plena cuarentena erosionaron la popularidad del gobernante.
La tapa al pomo la puso la rebelión de 98 legisladores conservadores que votaron contra la decisión del gobierno de exigir certificados de vacunación a las personas que asistan a clubes nocturnos o espectáculos masivos, como parte de las medidas para tratar de frenar la propagación de la variante Ómicron del coronavirus Sars-CoV-2.
La resolución venció finalmente el escrutinio parlamentario, pero gracias en gran parte al apoyo del opositor Partido Laborista, lo llevó a su líder, Keir Starmer, a cuestionar liderazgo de Johnson dentro de su propio partido.
Aunque el curul parlamentario de North Shropshire ha estado manos conservadoras desde su creación en 1983, pero el creciente apoyo hacia la candidata del Partido Liberal Demócrata, Helen Morgan, pudiera desembocar en una sorpresa nada agradable para el primer ministro.
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