“La sopa Joumou figura oficialmente en la Lista representativa del patrimonio inmaterial de la Unesco. Bravo sopa joumou, bravo libertad, bravo, Haití”, escribió en un mensaje en las redes sociales el Ministerio de Comunicación y Cultura.
La organización de Naciones Unidas reconoció que el platillo está profundamente arraigado en la identidad haitiana, y su elaboración, muchas veces familiar, promueve la cohesión social y el sentimiento de pertenencia a las comunidades.
También destacaron que simboliza la libertad y constituye una expresión de su dignidad y resistencia.
El excanciller Claude Joseph dijo sentir orgullo y emoción al conocer la noticia, y señaló que la sopa recuerda los sacrificios que hicieron nuestros antepasados para luchar contra la esclavitud y el racismo en la tierra.
El guiso está impregnado de tradición, pues fue prohibido para los esclavos que poblaban Haití hasta que el líder Jean-Jacques Dessalines declaró su liberación, e historiadores narran que dicho día lo prepararon y consumieron, una costumbre que llega a nuestros días.
Aunque la calabaza es el ingrediente principal, según la región se añaden tomillo, apio, zanahoria, ñame, otras hortalizas, arroz, pastas y varios tipos de carne.
Incluso fuera del país, en lugares con nutridas comunidades de la diáspora haitiana, el platillo posee un valor simbólico y se disfruta en cada advenimiento del año. También en algunos territorios como Puerto Príncipe, se consume todos los domingos.
“Esta es la señal perfecta de esperanza, que recuerda a los haitianos su dignidad y que han contribuido a la historia del mundo”, aseguró la embajadora de Haití ante la Unesco, Dominique Dupuy.
La diplomática señaló que la noticia es una nueva antorcha que puede reavivar el fervor común para permanecer juntos y restaurar nuestra fe en un mañana mejor.
oda/ane