Este jueves la parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, dictaminó que los senadores demócratas deben dejar fuera del proyecto de ley Build Back Better la iniciativa que incluiría a la mayoría de los inmigrantes indocumentados que vivieron de forma continuada en Estados Unidos desde antes del 1 de enero de 2011.
Eso podría haber ayudado a unos 6,5 millones de personas y codificaría una versión mejorada del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), creado por el presidente Barack Obama en 2012.
La funcionaria que asesora al legislativo sobre que pueden incluir o no en las leyes, dictaminó que una medida para otorgar estatus legal a millones de inmigrantes indocumentados debe salir del plan, mientras el presidente Joe Biden dijo que un acuerdo final tomaría más tiempo.
El proyecto de ley demócrata sobre la red de seguridad social, el clima y los impuestos, de 2,2 billones de dólares, mientras tanto enfrenta la oposición del senador centrista Joe Manchin (d) quien evitaría alcanzar un voto de 50 a 50 que rompería el sufragio de la vicepresidenta Kamala Harris.
Esta fue la tercera vez que el máximo responsable de la aplicación de las normas de la cámara rechazó un intento de los azules de utilizar el proyecto de ley para salvar sus esperanzas de promulgar una reforma migratoria, que incluyera la legalización de un gran número de inmigrantes indocumentados.
El senador Richard J. Durbin,(d) de Illinois, uno de los parlamentarios mas involucrados en el tema dijo que estaba «decepcionado y considerando qué opciones quedan.»
Mientras el líder de la mayoría en el Senado, Charles Schumer, (d, de Nueva York) expresó su total desacuerdo con la decisión de MacDonough en su interpretación de la propuesta migratoria y adelantó que “buscaremos todos los medios para lograr una vía a la ciudadanía en la Ley Build Back Better».
Un portavoz de la Casa Blanca calificó la decisión de «profundamente decepcionante», afirmando que «relega a millones de personas a un futuro incierto y aterrador» e instando al Congreso a «dejar de dar patadas a la lata y proporcionar por fin certidumbre y estabilidad» a esos inmigrantes.
Aunque la orientación del parlamentario puede ser anulada en el pleno del Senado, está casi garantizado que los demócratas no tienen los votos para hacerlo, estiman expertos.
La desaparición del lenguaje de la inmigración, junto con la inminente salida de vacaciones, probablemente enfurecerá aún más a los demócratas liberales que temían que los centristas del Senado acabaran rechazando todo el paquete.
La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla), la organización de derechos de los inmigrantes más grande de California, instó a los azules del Senado a pasar por alto las opiniones de la parlamentaria sobre el alivio de la inmigración y volver a incluir la residencia permanente en la Ley.
Según fuentes legislativas aun hay esperanza de que se realice un debate sobre una protección de inmigrantes indocumentados en enero, no antes de la Navidad.
La situación es apremiante, luego que informes señalaron que las autoridades en la frontera entre México y Estados Unidos arrestaron a más de 173 mil 600 personas que intentaban ingresar al país.
Mientras, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) lanzó una campaña publicitaria para que la administración Biden, revierta las políticas contra la inmigración ilegal de Donald Trump, que se tradujeron en la separación de numerosas familias.
La situación es más crítica para los demócratas cuando recientes informes hablan de la erosión del apoyo al partido entre los votantes latinos, al que les restaría bastante respaldo a sus planes de mantener el control del Congreso y la Casa Blanca en futuras elecciones.
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