Durante un acto en esta capital con las Juventudes Socialistas el jefe de gobierno anunció el fin de la geringonça, nombre que recibió la campaña de apoyo al Partido Socialista (PS), en el que milita, tras los comicios de 2015.
Cuatro años más tarde esa fuerza política logró el control de la Asamblea de la República (parlamento) al dominar 108 de los 230 escaños y recupero el apoyo de la izquierda para Gobernar.
Pero el pasado 27 de octubre el legislativo rechazó los Presupuestos para 2022 y se hizo evidente la ruptura del PS con el Partido Comunista y el Bloque de Izquierda, según analistas.
Ahora Costa apuesta por aglutinar todo el respaldo perdido e insiste en el llamado “voto útil”, bajo la premisa de unir fuerzas contra Rui Rio el candidato conservador que recibió hoy el apoyo incondicional de su fuerza política tras la culminación en esta jornada de su 39 Congreso.
Durante los tres días que sesionó la cita partidista Rio insistió en que Costa debe decidir si posibilitará el ascenso al poder del Partido Social Demócrata (PSD) si esa formación conservadora fuera la más votada.
Estaré abierto a negociar para garantizar la gobernabilidad por el interés del país, aseguró el aspirante, quien coincidió con su oponente en que ambos representan a los partidos más fuertes de cara a los comicios de enero.
Según los últimos sondeos, siete de cada 10 electores votarían por el PS o por PSD.
El presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, designará luego al jefe del gobierno, puesto que recae casi siempre en el candidato del partido que más votos obtenga en el legislativo.
Tras ese paso el elegido deberá formar el ejecutivo que, de ser ratificado, llevará las riendas del país por los próximos cuatro años.
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