La activista Nissa Medina recordó que esos actos de transgresión sexual ocurren uno cada tres horas en la nación centroamericana y muy pocos son denunciados, si bien tampoco existen los mecanismos para hacerlo, el seguimiento de la investigación y el establecimiento de la culpabilidad del agresor.
De acuerdo con Medina, la mitad de las acusaciones corresponden a niñas de entre 10 y 14 años e informó que, tras la revisión de los egresos hospitalarios en todo el país, conocieron cómo a cada hora tres adolescentes se convierten en madres en Honduras.
Según la defensora, el Código Penal establece que si la progenitora es menor de 14 años se considera como una violación y “sabemos de casos de víctimas con una edad inferior a la década de existencia abusadas, en la mayoría de las ocasiones, por personas cercanas al círculo familiar”, indicó.
En este sentido, los departamentos de Intibucá, Olancho, Francisco Morazán y Cortés reportan múltiples sucesos de incesto y embarazos de niñas y las organizaciones feministas solicitaron, por tanto, la actuación del Ministerio Público para resolver esos delitos.
Sumado a ello, las mujeres y las niñas representan el 80 por ciento de las víctimas de la trata de personas, y las modalidades más frecuentes son la explotación sexual comercial y la servidumbre, reveló la semana última una investigación de la Asociación Calidad de Vida.
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