Las palabras del ocupante del Despacho Oval se centrarán en las vacunas y las pruebas, no en los cierres, en un discurso dirigido sobre todo a tranquilizar y pedir precaución a los ciudadanos, según anticipan medios locales.
El mandatario tiene previsto poner a disposición de los estadounidenses las pruebas para detectar la Covid-19 a domicilio y reforzar la capacidad de algunos de los hospitales más sobrecargados del país.
En ese sentido, se adquirirán 500 millones de test rápidos que se distribuirán gratuitamente y, además, entrarán en funcionamiento más centros federales para el diagnóstico que ayudarán a los estados que necesiten capacidad adicional de pruebas.
El sistema de salud está bajo presión por un aumento de la demanda a medida que Ómicron se extiende por el territorio nacional.
Los test rápidos escasean por ese incremento de la demanda, al propio tiempo los plazos de entrega de los resultados de laboratorio son cada vez mayores y las personas esperan horas en largas colas en los centros de pruebas, indicó el diario The Hill.
La iniciativa llega apenas dos semanas después de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, respondiera sarcásticamente a una pregunta sobre por qué Estados Unidos no puede subvencionar cantidades masivas de pruebas gratuitas como muchos países del mundo.
Cuando un periodista señaló que eso sonaba complicado y sugirió que las pruebas estuvieran disponibles de forma gratuita, Psaki dijo a la defensiva: «¿Debemos enviar una a cada estadounidense? (…)¿Cuánto cuesta eso, y qué pasa después?».
También entre las propuestas del Presidente se encuentra un plan para preparar a unos mil miembros del Ejército (médicos, enfermeros y otro personal sanitario militar) que se desplegarán en hospitales sobrecargados a nivel nacional en enero y febrero.
Estados Unidos es, por mucho, la nación con las peores cifras a nivel global desde que en marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró como pandemia a la Covid-19.
Desde entonces murieron aquí más de 800 mil personas.
El entonces presidente Donald Trump (2017-2021) fue muy criticado por el mal manejo de la emergencia de salud.
“Tuvimos una demora de uno a dos meses antes de que pudiéramos identificar la presencia del virus”, dijo al diario The New York Times Charles Chiu, especialista en enfermedades infecciosas y microbiólogo de la Universidad de California en San Francisco.
“Y en ese momento, ya había circulado ampliamente por varios estados y de costa a costa”, recordó.
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