En su fallo el juez Elias Matojane afirmó que el caso posee méritos suficientes como para que sobre él se pronuncie la Corte Suprema de Apelaciones, en la ciudad de Bloemfontein.
Otra corte, argumentó, puede encontrar en el caso que Zuma, debido a su enfermedad y edad, puede recibir “compasión, empatía y humanidad: la esencia del Ubuntu”.
El Ubuntu es un término compacto de los idiomas nguni de zulú y xhosa que significa «una cualidad que incluye las virtudes esenciales de la compasión y la humanidad».
Asimismo, agregó Matojane, existe una posibilidad razonable de que otro tribunal pueda revertir además la orden de que el tiempo que pasó en libertad condicional médica no debe contar para el cumplimiento de su sentencia, de 15 meses.
Sobre el tema el fiscal Ismail Jamie, de la opositora Alianza Democrática argumentó que Zuma fue tratado de manera diferente a cualquier otro recluso.
Acorde con ese letrado, no había evidencia de que Zuma estuviera físicamente incapacitado.
El pasado 29 de junio la Corte Constitucional de Johannesburgo declaró a Zuma culpable de desacato por no haberse presentado ante los tribunales tras ser citado, y lo condeno a 15 meses de cárcel.
Zuma había sido citado con anterioridad por el tribunal de Captura del Estado (State Capture) para declarar sobre presuntos hechos de corrupción ocurridos en el país durante su mandato (2009-2018), orden judicial que no cumplió.
Con posterioridad, el 5 de septiembre Zuma fue puesto en libertad condicional por motivos médicos.
La Ley de Servicios Correccionales de 1998 otorga al Comisionado Nacional la responsabilidad de colocar bajo supervisión correccional o libertad condicional médica a una persona que cumple una sentencia de encarcelamiento por 24 meses o menos.
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