En su reunión en esta ciudad, los países garantes del llamado formato de Astaná manifestaron seria preocupación por la situación humanitaria en Siria, el impacto de la pandemia de la Covid-19 y rechazaron todas las sanciones unilaterales que violan el derecho internacional.
Según el comunicado conjunto emitido al término del encuentro iniciado la víspera, Moscú, Teherán y Ankara instaron a la comunidad internacional, la Organización de Naciones Unidas y sus organismos humanitarios, a aumentar la ayuda a esa nación árabe.
Se pronunciaron por la implementación de proyectos de recuperación temprana y refuerzo de la resiliencia, incluida la reconstrucción de la infraestructura básica.
Los participantes en la reunión subrayaron la importancia de facilitar el regreso de los refugiados y los desplazados internos a sus lugares de residencia en Siria, además de garantizar el derecho a regresar y a recibir apoyo.
A la vez, acordaron establecer mecanismos de ayuda que permitan mejorar la situación humanitaria en la zona de distensión de Idlib.
En el diálogo entre el Gobierno y la oposición armada siria, Rusia, Irán y Turquía llamaron al cese total de las hostilidades mediante la plena aplicación de todos los acuerdos correspondientes.
Sobre el conflicto en el noreste del país, las partes coincidieron en que solo es posible lograr la seguridad y la estabilidad permanentes en esa región si se mantiene la soberanía y la integridad territorial de Siria.
En tal sentido, los garantes del alto el fuego advirtieron sobre la intensificación de los ataques de grupos separatistas al este del río Éufrates.
También condenaron y llamaron a poner fin a las agresiones israelíes, que violan el derecho internacional, la soberanía de Siria y de los países vecinos, así como amenazan la estabilidad y la seguridad de la región, indicó el texto.
“El uso de aviones civiles por Israel para cubrir la agresión en territorio sirio es una violación flagrante de las normas internacionales y pone en peligro la vida de los civiles”, enfatizó.
mgt/mml