En un momento de esos simulacros bélicos, las tropas iraníes dispararon desde un buque de guerra cohetes crucero de alta precisión y mediano alcance que Londres calificó de amenaza para la región y el mundo.
La cancillería iraní alegó que Teherán no pide permiso a nadie para ejercitar su programa de defensa y opera dentro del respeto a las leyes internacionales.
Televisoras de la república islámica retransmitieron escenas en que los proyectiles alcanzaban sus objetivos a 180 kilómetros de distancia.
El presidente Ebrahim Raisi en que cualquier movimiento hostil contra Irán enfrentará una respuesta integral y decisiva de las fuerzas armadas.
Las maniobras Gran Profeta 17 que llevan a cabo integrantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, acotó, reflejan la capacidad y determinación del país para defender la seguridad nacional.
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