En un artículo para la revista rusa Política Energética, el funcionario comentó que para lograrlo, el país necesita incrementar la eficiencia del uso del combustible y de los equipos tecnológicos, asegurar la máxima descarbonización de la industria, así como desarrollar el sector petroquímico de la economía.
Según Nóvak, el petróleo en los volúmenes actuales tendrá demanda en el mundo durante al menos los próximos 10 a 15 años, y su consumo continuará después de 2050.
Pronosticó que la demanda de productos petroquímicos crecerá hasta cuatro por ciento anual durante los próximos 15 años.
“En un escenario básico, que asume la preservación de las tendencias actuales en política gubernamental, tecnología y hábitos de consumo, para 2040 más del 70 por ciento del balance energético provendrá de combustibles fósiles”, aseguró el vice primer ministro ruso.
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