La Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó a mediados de diciembre el naciente ejecutivo formado por cuatro partidos y liderado por el primer ministro, Kiril Petkov.
Los 134 diputados de la coalición votaron a favor del nuevo jefe de gobierno, 104 parlamentarios se manifestaron en contra y dos no acudieron al plebiscito.
Entre las prioridades de Petkov sobresale la anunciada tolerancia cero a la corrupción, la lucha contra la pobreza, el crecimiento económico y el desarrollo del país más pobre de la Unión Europea (UE).
El partido Continuemos el Cambio (PP), en el que milita y ganador de las elecciones del pasado 14 noviembre, encabeza la coalición, integrada además por los socialistas del BSP, así como por Existe Tal Pueblo y Bulgaria Democrática, estos últimos con una mayoría de 134 entre los 240 escaños en el Parlamento.
En contra votaron los diputados del conservador y populista Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), del saliente y polémico exjefe de gobierno Boiko Borisov, protagonista de las protestas que sumieron en el caos a esta nación.
También se opusieron al nuevo ejecutivo la fuerza política denominada Movimiento de Derechos y Libertades, así como el ultranacionalista Vazrazdane, de reciente creación.
DECADENCIA DE BORISOV
Desde el verano de 2020 el país se sumió en un estancamiento social y estallaron las protestas contra Borisov, al que acusaban de corrupción y vínculos con la mafia.
En las elecciones parlamentarias de abril, su formación política obtuvo el 26 por ciento de votos pero no pudo constituir un nuevo Gobierno.
En medio de esa situación de ingobernabilidad el presidente Rumen Radev habló de la disolución de la Asamblea Nacional, la celebración de elecciones anticipadas y alertó que la situación política podría derivar en una crisis constitucional.
Radev aseguró entonces que el país necesitaba una “alternativa”, pidió a todas las fuerzas políticas reconsiderar su comportamiento y llamó a actuar de forma responsable para evitar el caos.
El mandatario se opone a las políticas que aplicó Borisov y que tuvieron un impacto además en el sector sanitario y el enfrentamiento a la Covid-19.
Este país es el que más lento implementa el programa de vacunación dentro del bloque regional y muestra una de las tasas de mortalidad por la enfermedad más altas de la UE.
Algunos ciudadanos consultados por la prensa nacional muestran miedo a la inmunización por diferentes motivos, mientras otros niegan la pandemia, pese a la evidencia científica.
A eso se suma la desconfianza casi total de la población en el Estado y en el sistema político, a los que consideran plagados de corrupción.
LAS PROMESAS DE PETKOV
En consonancia con sus anunciadas prioridades, Petkov prometió a sus votantes «transparencia absoluta de cada moneda pública gastada», así como la supremacía de la ley ante la inmunidad, lo que analistas consideraron una clara referencia a Borisov.
Sólo en equipo podemos alcanzar estos objetivos y trabajaremos juntos con la oposición a la que pido seguir cada paso y cada error nuestro, dijo Petkov, un empresario y economista de 41 años, educado en Canadá y Estados Unidos.
El nuevo jefe de gobierno instó a la población a vacunarse contra la Covid-19 y calificó esa opción como la única forma de evitar los confinamientos de niños y adultos, y por la economía del país.
La estrategia incluye la contratación de empresas de marketing para organizar grupos de enfoque sobre los inmunizantes y posibles incentivos financieros para que los mayores de 65 años reciban las dosis, según afirmó el propio Petkov en una entrevista durante su primer viaje oficial a Bruselas.
Para superar la desconfianza que la población tiene en las instituciones de salud, el primer ministro eligió a la profesora de virología Radka Argirova con vistas a supervisar el programa de inmunización.
Petkov se considera un hombre cercano a la población y en ese sentido anunció frecuentes recorridos por Sofía, la capital.
Tengo la intención de cambiar la cultura de lo que significa ser primer ministro. Caminaré por las calles y hablaré directamente con la gente, dijo tras asumir el cargo ante el Parlamento.
Analistas como la politóloga búlgara Antoaneta Hristova consideran que Petkov debe ocuparse de inmediato de la crisis sanitaria, económica y social que sufre el país, pero vaticinó una corta vida al nuevo ejecutivo por las diferencias ideológicas entre los cuatro socios.
En cuanto a temas de política exterior, el nuevo jefe del gobierno búlgaro apuntó en Bruselas, que la postura de su país “está totalmente alineada” con las posiciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la UE.
No obstante afirmó que el enfoque diplomático y pacífico ante conflictos potenciales es la mejor manera de seguir adelante y declaró que las estructuras de la alianza militar y el bloque integracionista deben funcionar “en sinergia y de manera conjunta”.
arb/to/ehl
(*) Periodista de la Redacción Internacional de Prensa Latina