Las manifestaciones coincidieron con las apelaciones presentadas por el jefe de la alianza Al-Fatah (Conquista), Hadi Al-Amiri, una de las coaliciones que perdió más de 30 escaños para la próxima legislatura.
La mayoría de las calles capitalinas amanecieron obstruidas por neumáticos en llamas y otros objetos, mientras las fuerzas de seguridad desplegaron efectivos para mantener el flujo de vehículos.
Los opuestos a los resultados electorales recabaron una rectificación a las decisiones de la Comisión Electoral, a la cual acusan de manipular los votos.
El ejercicio comicial puso en juego 329 curules del hemiciclo; el movimiento Sairoon, del clérigo musulmán chiita Muqtada al Sadr, conquistó el mayor número de asientos con 79, mientras otras formaciones consideradas favoritas estuvieron muy por debajo de lo esperado y no lo aceptan.
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